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En el más reciente artículo de Morgan Housel nos comenta como parece que ha habido un “incremento” en la incertidumbre, y nos podemos dar cuenta viendo los últimos titulares de las noticias:

  • Los precios de Bitcoin y Ethereum caen en medio de la incertidumbre económica
  • La incertidumbre arroja nubarrones sobre Davos
  • Empresas congelan contrataciones citando la incertidumbre económica
  • Caen ganancias de bancos en medio de la incertidumbre
  • La aplicación para hipotecas en Estados Unidos cae en medio de la incertidumbre

Pero ¿realmente vivimos en tiempos más inciertos? Housel dice que no, y está en lo correcto. Siempre hay incertidumbre en los mercados y en la vida porque conocer el futuro es tarea imposible.

Nadie sabe lo que va a pasar, o cómo se reordenará el dinamismo de la economía y las personas en el futuro; viendo en retrospectiva resultará fácil recordar como en marzo de 2020 el mundo vivía también en incertidumbre mientras una nueva pandemia se desataba a nivel global. Y previo a eso podemos citar otros ejemplos donde el mundo vivía en incertidumbre:

  • La crisis de deuda de Europa en 2012
  • El default de Grecia que vino después
  • El Brexit
  • La elección que inesperadamente ganó Trump
  • La guerra comercial de Estados Unidos – China

Con esto el punto sólo es hacer notar que siempre vivimos en tiempos inciertos, y que en periodos nos volvemos más complacientes creyendo que tenemos “más certeza” para ver hacia futuro, como después de casi dos años de alzas en todos los activos financieros.

Más cuando los riesgos se manifiestan, como inflaciones altas, conflictos bélicos entre países, desaceleraciones económicas nos volvemos más sensibles a ellos, y vemos el futuro más riesgoso. Como dice Housel, no es que la incertidumbre suba, sino que la complacencia disminuye.

Aún así, a pesar de la incertidumbre, habrá inversiones que prosperen en el largo plazo y superen la incertidumbre actual (o más bien permanente) como lo han hecho en el pasado.

Así que inviertan bien, acepten la incertidumbre como parte de la vida y los mercados y compórtense como buenos inversionistas.

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