Déjà vu es una expresión en francés que literalmente significa “Ya visto”, pero estas palabras se utilizan para expresar la sensación de que “ya se ha vivido la situación presente en el pasado”. Recordé esta expresión porque la semana pasada vi en Twitter una gráfica que se volvió popular al instante, esta gráfica compara el mercado accionario de 2006-2009, periodo donde estalló la burbuja inmobiliaria causando la Crisis Financiera Global (GFC en inglés) de 2008, con el comportamiento del mercado de 2019 a la fecha.
El parecido es innegable, cualquiera que tenga ojos lo puede ver, prácticamente el movimiento es igual, a excepción del crash ocasionado por el COVID, y pues como el parecido es tal, muchos saltan a la conclusión de que aún le falta a los índices por caer y entrar en verdadero modo pánico.
Déjà vu, dicen muchos, ya hemos visto este tipo de movimientos que… ¡conducen a un crash!
Peeeero, si investigamos un poquito más, aprenderemos que la sensación de que “ya se ha vivido esta situación en el pasado” no es porque estas profecías marcadas en las gráficas se vayan a cumplir, sino porque en múltiples ocasiones, personas han usado gráficos de crisis y caídas anteriores para vaticinar lo peor en los mercados bursátiles:
Se hizo en 2013 comparando el crash de 1929 con los movimientos de la bolsa de 2012 a 2013
Se hizo en marzo de 2019, comparando el movimiento con el de 1937
El futuro siempre será impredecible, sin importar si unos gráficos de hace 100 años se parecen mucho a los movimientos actuales, esto probablemente sea aleatorio y se deba más la tendencia del cerebro de percibir patrones donde no los hay (hasta tiene un nombre, apofenia), como cuando vemos nubes con forma de animales.
Así que inviertan bien, busquen patrones en las nubes en vez de en los gráficos y compórtense como buenos inversionistas.
