Curiosamente, en los últimos meses me he topado con mucha gente que, aunque sabe que a futuro es más probable que las inversiones de largo plazo (como invertir en acciones de empresas) den mejores rendimientos que los de corto plazo (cetes), hoy están invertidos en corto plazo, porque “mañana o en el futuro, sí van a tomar las oportunidades de largo plazo”, hoy no tienen el temple para inversiones de largo plazo, pero en el futuro sí lo tendrán.
Esto me trajo a la mente algo que leí recientemente sobre las manzanas de Thaler, llamadas así por un experimento de Richard Thaler, donde en dicho experimento, presenta los siguientes pares de opciones:
Primer par de opciones:
A1: Una manzana hoy
A2: Dos manzanas mañana
Segundo par de opciones:
B1: Una manzana dentro de un año
B2: Dos manzanas dentro de un año más un día
Por la forma en la que evolucionó nuestro cerebro, ilustrado en dichos como: “más vale pájaro en mano que ciento (cien) volando” la mayoría de las personas, ante el primer par de opciones, A1 y A2, preferiría una manzana hoy, la recompensa de inmediato. Sin embargo al tener que escoger entre el segundo par de opciones, B1 y B2, la mayoría de las personas prefiere el doble de recompensa por esperar 366 días en vez de 365. Ambos casos, ofrecen un rendimiento del cien por ciento a cambio de esperar un día. Pero aún así, las personas son impacientes cuando pueden obtener algo en el presente, y son pacientes cuando en el par de opciones pueden obtener las manzanas solo en el futuro
A esto se le conoce como “descuento hiperbólico” o “inconsistencia de tiempo”. La inconsistencia está en que los dos pares de opciones son prácticamente iguales, pero sólo están separadas por el tiempo e ilustran el comportamiento humano; hoy soy impaciente, pero creo que en el futuro lejano voy a poder ser paciente. Un ejemplo más claro es cuando tenemos que perder peso o dejar algún vicio: hoy voy a comer hamburguesas pero mañana o la próxima semana ya voy a comer saludable; hoy recaigo en mi vicio pero mañana o en el futuro voy a poder dejarlo.
Algo muy similar sucede al momento de invertir, hoy no quiero tomar riesgos, pero en el futuro sí podré tener el temple para tomar las oportunidades del mercado. El problema con la inconsistencia de tiempo, regresando al ejemplo de las manzanas, las personas no nos damos cuenta que, prefiriendo dos manzanas dentro de 366 en vez de una en 365, conforme pase el tiempo (365 días) el set de opciones B1 y B2, se convierte en el A1 y A2, problema de elección ante el cuál cambiaremos nuestra “preferencia de tiempo” y escogeremos una manzana en vez de dos el día de mañana.
La inconsistencia de tiempo es algo con lo que nacemos, por eso poca gente logra darle la vuelta y ser buen inversor y tomador de decisiones, más al menos tomar conciencia de esta inconsistencia, nos dará más herramientas para poder ver a través del tiempo, en la intertemporalidad y en algún momento darle la vuelta.
Así que inviertan bien, no seamos tan inconsistentes o al menos seamos conscientes de cuando lo somos y compórtense como buenos inversionistas.